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La temporada Virgo comienza con una Luna Nueva que abre un portal íntimo y poderoso. No es cualquier inicio: Virgo será escenario de los próximos eclipses. Lo que sembremos ahora, aunque parezca pequeño, resonará con fuerza en los próximos meses.
Virgo nos recuerda lo esencial: la vida está hecha de gestos cotidianos. Cada acción simple —lavarse los dientes, cocinar, limpiar, ordenar— es también un rito. El signo de la virgen no busca perfección estética, sino pureza interior: lo simple, lo austero, lo verdadero.
Quizá no es tanto lo que pasa, sino que hacemos con lo que pasa.
¿Qué hábitos te destruyen?
¿En que parte de tu cotidianidad necesitas purificar?
¿Qué haces cada día que construye tu existencia?
¿Qué pequeño gesto de hoy es la semilla de tu mañana?
La entrada en esta temporada se tiñe con un regalo: Venus desde Cáncer conecta con los Nodos. Hay una posibilidad de apertura a sanar memorias y programaciones. Hay posibilidad de ordenar en el presente lo que viene del pasado.
La vida empuja a que ocurran cosas para que algo se abra dentro. Se recalcula la ruta, no es casualidad, es destino.
Venus nos pide dulzura, disfrutar del hogar interior y de lo sencillo. El amor verdadero no enferma, nutre. Y lo que se enciende ahora puede ser la base de una nueva forma de relacionarnos.
Desde hace meses, el cielo carece de planetas en signos de tierra, con esa sensación de no pisar el suelo. La entrada del Sol en Virgo el 22 de agosto nos devuelve un bálsamo de estabilidad.
Virgo nos regala orden, arraigo y sostén. Nos recuerda que vivir con sencillez no es carencia, sino riqueza esencial.
Como en el cuarto austero de una monja o un fraile, Virgo susurra: “Ten solo lo necesario y hazlo sagrado.”
Pero esta temporada no viene dócil. La Luna Nueva en Virgo (23 de agosto, grado 0°) nace en cuadratura exacta con Urano en Géminis.
¿Qué significa esto?
Que todo orden que intentemos establecer será hackeado por el rayo uraniano. El cielo no quiere rigidez: pide flexibilidad, innovación, sorpresa.
Es como ordenar la casa y que de pronto un pequeño huracán cambie todo de lugar. Urano nos dice: “Ese orden que buscas ya no funciona. Deja entrar aire nuevo.
¿Dónde me aferro a un orden que ya no sostiene?
¿Qué pasaría si mi rutina incluyera más color, más locura, más juego?
Virgo rige la salud. Urano en Géminis, la mente. La cuadratura señala con claridad: la salud mental será el punto de tensión.
Ansiedad, estrés, obsesiones: los cables saltan si no hay descanso ni atención.
Colapso por intoxicación o sobredosis de información.
Este tránsito anuncia nuevas terapias y tratamientos alternativos. Técnicas innovadoras para sanar la mente, reprogramar hábitos, abrir otros caminos.
El mensaje es directo: antes de invertir en lo externo, invierte en tu salud mental y emocional. Todo lo demás depende de ahí.
Del 22 al 25 de agosto vivimos una seguidilla intensa:
22/08: El Sol ingresa a Virgo.
23/08: Luna Nueva en Virgo en cuadratura con Urano.
24/08: Cuadratura exacta Sol–Urano.
25/08: Mercurio (regente de Virgo y Géminis) sale de sombra y trae claridad.
Un carrusel de revelaciones. Una semana de epifanías. Lo que parece bloqueo, es en realidad el anuncio de un camino distinto.
Esta Luna Nueva se da con una figura de cometa cósmica, que se repetirá en los próximos eclipses de septiembre.
Lo que sembremos ahora, aunque sea mínimo, se magnificará en el tiempo. Virgo nos pide comenzar con lo pequeño: ordenar un espacio, iniciar una limpieza, elegir un hábito simple.
Ese gesto crecerá como semilla fértil y será amplificado en los eclipses del 7 y 21 de septiembre.
El 25 de agosto, Venus entra en Leo, donde permanecerá en diálogo intenso con Plutón en Acuario durante los próximos años. Aquí el corazón se enciende con pasión y creatividad.
Venus en Leo nos recuerda: enamórate de la vida, de tus pasiones, de lo que hace brillar tu corazón. No se trata solo de romances, sino de volver a sentir enamoramiento por la existencia misma.
La Luna Nueva en Virgo 2025 nos propone un arte delicado:
hacer sagrado lo simple, ordenar lo cotidiano, cuidar la mente y el cuerpo como templos.
Pero también nos recuerda que el orden perfecto no existe. Urano trae electricidad y caos para que dejemos de buscar seguridad en lo rígido.
La verdadera semilla se siembra en lo esencial.
El verdadero orden es flexible.
La pureza no está en el control, sino en la entrega.
¿Qué rutina puedo convertir en rito?
¿Qué orden necesita color y juego?
¿Qué me apasiona tanto que me recuerda estar viva?
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una inmersión íntima y transformadora que incluye:
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