La vida va hacia delante y hacia atrás simultáneamente, con visiones que terminan siendo recuerdos. Sacudidas que precipitan a cambios drásticos e inminentes. Limpiezas de interiores que sacan residuos de memorias. Brechas abiertas para que la luz del Sol penetre hasta lo más profundo. La mujer debe conquistar su masculino y el hombre su femenino en busca del andrógino alquímico.

Hay un eco de un latido que estremece, reajusta y altera la música del corazón, cambiando su tono y buscando sincronía con la nueva melodía de la danza eterna.

Una vuelta empieza en un mundo liminal y pretende vaciados que hagan hueco a lo que viene. Se muestran portales invisibles a través de flores blancas que sólo podrán ser cruzados con corazones limpios y puros de referencias.

Una puerta secreta del templo yace disponible para los aventurados que siempre supieron que existía pero solo se puede cruzar con el alma desnuda. Allí se guarda el secreto crístico que disuelve todo en amor, las potencias que hicieron sacros a muchos avatares, y unos anteojos que redimensionan todo el mundo conocido en una manifestacion preciosa y precisa.

Una conciencia renace dentro de cada ser y debe gestionar todo lo que creó una versión pasada suya más atrás en el tiempo. Si esta dispuesta a dejar una forma con la que una vez se identificó quizá la puerta secreta siga estando visible para si.

Los problemas son soluciones, los conflictos oportunidades, las enfermedades remedios, los contratiempos reajustes y los miedos simplemente otros caminos al amor que señalan algo que liberar traspasándolo.

Son tiempos donde late la mente con la inteligencia del corazón, donde cualquier ilusión que no sea abrir las manos a la verdad del presente condena a empezar de nuevo y donde la más grande de la vulnerabilidades engrandece.

Art hheninge