1a TEMPORADA DE ECLIPSES 2025
del 28 de febrero al 13 de abril

28 DE FEBRERO DE 2025
LUNA NUEVA
9º40′ PISCIS

La luna nueva en Piscis abre esta temporada de eclipses entre brumas, cambios y el temblor que genera el latir gestante de la primavera. El Sol está bien alto y preparado, acariciándonos con sus rayos y los pétalos de muchas flores ya salen a su encuentro.
En los símbolos del cielo todo sigue resonando con la crisis del sentido de la vida. Es como si Dios nos escondiera todo aquello que le daba sentido a nuestra existencia, para que podamos desapegarnos de esa necesidad que tenemos de respaldarnos en una razón que sostenga nuestra mirada, nuestras direcciones o nuestras formas.
Y, ¿debe tener esta experiencia algún sentido más allá de experimentar la propia singularidad de cada momento? Puede que no, es pura experiencia. Y puede que soltando esa necesidad de un cimiento ideológico, el sentido mágicamente reaparezca.
¿Cuándo vamos a dejar de fingir que lo importante no nos importa y que nos importa lo que no tiene ninguna importancia?
La mente pequeña vive en un máximo de apertura y receptividad intentando encajar en la limitación del espacio-tiempo. La inconsistencia de lo finito está siendo rasgada por la consistencia de lo infinito.
Mercurio en Piscis entre Saturno y Neptuno evocan al útero cósmico, al origen, al punto cero. Un entrelazamiento cuántico vivido en la materia, un atropellamiento que puede disfrutarse si no manda la obsesión de completar el puzzle del millón de piezas, y que si puede gozarse desde la resiliencia donde cada momento va trayendo la inspiración y la pieza necesaria.
Huele a la posibilidad de ir al código fuente original para rescatar una información que pueda actualizar el algoritmo personal para este tiempo. Hay que traspasar un cortafuegos y burlar los sistemas de seguridad del personaje que se siente vulnerable y desconsolado como casi siempre en estos cambios de forma.
¿Cómo encajo conexiones y desconexiones en el pulsar electromagnético en este momento de re-colocación quiropráctica?
Venus empieza a retrogradar el 2 de marzo, anunciando también un reinicio de su ciclo y el inicio del pétalo de Aries. Parece como si se asomara tras la esquina para espiar a Quirón, sabiendo que este tiene mucho que enseñarle en los próximos meses, y que probablemente tenga mucho que ver con esa herida en la memoria de lo femenino que distorsiona su derrame y receptividad masculinizando su expresión.
Curioso símbolo su próxima desaparición del cielo, mientras la vida se prepara para una menstruación cósmica con el eclipse de Luna en Virgo, Venus se vuelve invisible a los ojos para ir al encuentro del Sol y ser fecundada desde Aries en la conjunción interior.
¿Hasta dónde soy capaz de reconocer en mí aquella pieza de puzzle única que me trae cualquier otro?
Marte no es menos que Venus, pues lleva tiempo ensimismado, en la retracción de volver a los brazos de su madre para que su cariño y consuelo puedan facilitarle la misión de encajar piezas que desde su inconsciencia le cuestan. Ahora quiere escuchar aquel consejo materno que nunca escuchó y que nunca falla, y que nada tiene que ver con esas primeras palabras que escuchó de su madre, y que más tarde, terminaron convirtiéndose en su hechizo programante.
Parece no haber nadie al volante, o quizá la conciencia se da cuenta que sólo es pasajera y observadora. Quizá desde el puesto de copiloto pueda infuenciar mejor al destino de su flecha, puesto que al volante de la navegación su determinación de tener un destino prefijado solo puede ser un obstáculo. La vida sabe donde nos lleva. El por qué puede que sea cosa nuestra.
¿Cómo posiciono mi deseo respecto a la multiposibilidad cuántica latiente?
¿Hasta dónde suelto el control de mi destino entregándome a la vida?
Venus y Marte son muy catalizadores de este reseteo con sus edipos y electras correspondientes. Y como siempre se necesitan para darle equilibrio a ese baile electromagnético que encarnamos.
A veces creen que solos van más rápido pero sólo juntos pueden llegar lejos.
La ampliación de la conciencia sólo es posible cuando puede empezar a reconocer todo lo que le pasa como propio. Si esta recurre a señalar o culpar afuera solo puede ocupar un pequeño lugar de impotencia sin posibilidad evolutiva. Sin embargo, con auto-reconocimiento la mala suerte se torna en responsabilidad, y el poder cambia de sitio pasando de estar afuera a estar dentro, ampliando inevitablemente los límites de la conciencia.
No hay nada que no me pertenezca por completo.
El lugar que le doy al otro siempre va a ser el regalo expansivo del uno.
¿Hasta dónde soy capaz de darle lugar en mi al otro?
¿Hasta dónde soy capaz de reconocer en mí aquella pieza de puzzle única que me trae otro?
¿Cómo sacralizo y qué lugar les doy a las memorias de aquellas sombras que me trajeron hasta aquí?

14 DE MARZO DE 2025
ECLIPSE TOTAL DE LUNA
23º58′ VIRGO

Se sigue abriendo el eje Virgo-Piscis, donde estaremos navegando hasta agosto del 2026, y cuyo tránsito invita a una redefinición de las formas de gestión de la energía que suponen estos dos signos.
El nodo sur en Virgo pone en tela de juicio a esa cualidad energética que la virgen madre representa, para desintegrar viejas inercias de Virgo: orden, control, cuidado, rutinas, y formas ya antiguas de hacer las cosas. Caducan miradas workahólicas, perfeccionistas, exigentes, así como conceptos de pulcritud y salud.
Al mismo tiempo, el nodo norte en Piscis abre posibilidades de asimilación, generando una nueva forma de contacto con la vida y la existencia; la entrega, la confianza, el reconocimiento del uno en el todo y del todo en el uno.
Una aceptación para aprender a ver ese caos del mundo pequeño como un orden conectado y superior, y una necesidad de aprender a soltar completamente un deseo para poder conseguirlo.
Integrar Piscis en otro nivel nos lleva a lo intrauterino, a la memoria previa al nacimiento, que es donde está ahora una parte de cada conciencia en gestación naciendo de nuevo.
Desintegración de antiguos órdenes, disfuncionalidad de formas de analizar la realidad y la muerte de un intento de controlar la vida se hacen evidentes en esta actualización de conciencia que gobierna Neptuno obligado a poner los pies en el suelo, sometiendo a Mercurio y en la que Marte, Urano y Plutón son ejes.
El origen como causa ineludible a la trayectoria y la dirección, y la transformación del individuo a través de la sombra de la conciencia colectiva.
Abriendo un puente sinérgico entre Virgo y Piscis
Virgo y Piscis son dos formas de gestión de la energía que conforman un mismo eje. El eje que sostiene el zodiaco y que se polariza entre la realidad y la magia, la física y la cuántica, el caos y el orden, lo sutil y lo tangible.
Este eclipse viene a re-calibrar estas energías abriendo un puente que facilita una nueva alquimia y equilibrio de estos dos polos.
En un eclipse de Luna se corta el flujo electromagnético entre la Luna y el Sol, poniendo en evidencia una parte de ese código fuente que representa la Luna, pudiendo ser des-programada.
Un parpadeo que como un flash lumínico interfiere en la comunicación del consciente con el inconsciente iluminando disfuncionalidades ya inservibles en cada código.
Este corte eléctrico representa una mirada en el espejo interior para ver la crudeza de partes inconscientes que generaron automatismos y necesitan actualización, cambiando las inercias de comunicación entre lo de adentro y lo de afuera, y provocando cambios en la forma de habitarse a uno mismo en la vida.
Aquí se funde lo cotidiano y lo celeste, lo espiritual y lo banal para hacernos sentir uno con el todo.
La experiencia de bajar el cielo a la tierra y elevar lo terrestre a lo divino.
Darle espacio a la concepción integrativa de que somos a la vez una pieza del puzzle única y singular, y el puzzle completo.
Que lo material puede estar lleno de espiritualidad, y que lo aparentemente espiritual puede ser tremendamente materialista.
Que lo manifiesto nace en lo sutil y que lo sutil se crea desde lo manifiesto.
Que somos esa relación de caos y orden en movimiento de la vida donde el caos a veces ordena y el orden caotiza.
La menstruación purificadora de la virgen madre
Este es el primero de tres eclipses de Luna en Virgo, la primera de tres menstruaciones cósmicas y de la propia conciencia, queriendo purificar ese lugar donde se gesta la vida.
Un sangrado lunar que limpia hábitos y antiguas memorias que necesitan liberarse, después de escuchar sus mensajes y somatizar su información.
Virgo es virgen, mujer y madre, y porta en su mano una espiga de oro, fruto de la destilación del trabajo del alma.
Quizá sea momento de tener que actualizar la espiga para poder seguir sublimando lo cotidiano a lo divino.
Quizá esta es la destilación de este tiempo.
Quizá la vida esta proponiendo una limpieza en la mirada, un cambio al concepto personal de pulcritud, un cambio respecto a lo que entendemos como saludable, a lo que gestionamos desde una parte controladora que piensa que esa forma es mejor y que, sin darse cuenta, atenta con la perfecta manifestación de la realidad en la vida.
Este momento, como todos, tiene sus luces y sus sombras, y aquí le doy voz a esa posibilidad de vivirlo luminosamente, sin resistencias; confiando en la vida y conectando en la medida de lo posible con el amor absoluto.
Quizás en ese amor absoluto está la alquimia más poderosa entre Virgo y Piscis, en la devoción por la vida y todas sus manifestaciones en cualquier frecuencia, confiando y estando abierto a cada presente y a la perfección que cada uno de ellos trae; aprendiendo a disfrutar con la más dulce de las experiencias y también con la más amarga, y seguir floreciendo desde cualquier lugar y sirviendo a la vida de una forma resonante con el tiempo.
El avatar de María Magdalena como símbolo alquímico y su frecuencia crística es una posibilidad que habita dentro del ADN humano, y cualquiera con la intención necesaria puede acceder a ella, estando abierto, indiferenciado, receptivo y responsable desde el corazón y en esa frecuencia de amor absoluto.
El amor absoluto como fuerza integradora, que no es lo mismo que ese amor incondicional pisciano que funciona más como algo desintegrador para la conciencia en su naturaleza polar.
Una gran re-colocación quiropráctica
Cuando hablamos de Virgo hablamos de tierra labrada, de orden estructural, de la columna vertebral que sostiene al zodiaco uniendo el mundo individual de Leo al mundo social de Libra.
Este eclipse lleva implícito un re-ordenamiento que empieza en las estructuras que sostienen los hábitos cotidianos y confieren a este movimiento con ese sabor quiropráctico de re-colocación de eje vital.
El orden de arriba genera orden abajo comenzando desde un aparente caos como en un cambio de patrones cimáticos.
El movimiento de la vida siempre viene a equilibrar, aunque a veces al ego le cueste encajarlo. Lo que a sus ojos es desorden o caos increpante, desde una mirada más allá del propio ego es lo justo y necesario. Saludable. Equilibrante.
Esto delata a la mirada como una de las más grandes magias, pues todo depende de su limpieza y calidad. Cualquier hecho o experiencia como tal, es lo que es, pero la mirada es un pincel que lo cambia todo. Y quizá no se trate de entrar en el juicio de mejor o peor, sino de asumir la responsabilidad y la perfección de cada manifestación, y de que somos conciente o inconscientemente partícipes y co-creadores.
Este evento celeste genera un movimiento que va a habitarse con o sin conciencia de él. Quizá, con apertura de conciencia, la mirada esté más limpia haciendo los procesos más amables. Y quizá, con una mirada de separación, la experiencia se sienta más como un destino atropellante, que emerge desde la sombra y del que se exime la responsabilidad por el lugar externo que le otorga la conciencia, viéndolo como casualidad o mala suerte. La pelota esa de siempre que se pone afuera.
De cualquier forma se vive y se encarna e independientemente de como cada uno lo quiera ver, todas las percepciones son perspectivas del mismo viaje en el tiempo que compartimos.
¿Cómo mueve este eclipse mi vida?
Después de toda esta descodificación de símbolos, lo interesante es poder llevar este movimiento a la esfera personal, bajarlo a tierra y poder utilizar la medicina de una comprensión profunda que acompañe y que permita ver la amabilidad de la vida con sus cambios.
El impacto del eclipse total de Luna es en el grado 24 de Virgo por lo que el último decanato del signo de la virgen (del grado 20 al 30) es la mayor zona de incidencia en cada carta-persona.
Allí se abre una puerta a una parte del código fuente que quiere ser des-programada, una puerta al interior donde en un pasado remoto algo debió protegerse ocultando heridas e inseguridades cuya reacción y protección solo pueden herir a uno mismo y a los demás.
Surge una posibilidad única de mirar directamente a los ojos a esos cuentos que arrastramos y ver cómo tiene todo que ver con uno y nada con el otro, surge la posibilidad de hacerse cargo de los movimientos que parece detonar un otro y que son voceros de patrones inconscientes.
Surge la posibilidad de transformar la relación con lo sutil a través de lo somático, la relación con el otro a través de la relación con uno.
Con este proceso de vaciado la vida quiere re-definir el concepto de salud e integrarlo en el cuerpo con un cambio interno y sanador, que bien podemos hacer desde la luz de la conciencia o desde la somatización del cuerpo.
Quizá cambie sutilmente esa relación con nuestro interior, con nuestras necesidades o con nuestro pasado con esta limpieza profunda que sólo pretende una evolución en la conciencia.
Quizá lo que creímos en algún momento saludable ya no lo es, o se convirtió en una cortina de humo para protegernos del trauma de su origen.
Quizá un exceso de control para defender una forma que creemos saludable ya se volvió tóxica.
Quizá debemos ir un paso más adelante en la integración de lo espiritual en lo material y de lo somático en lo sutil.
Quizá debemos asimilar que servir a la vida no es lo que en otro momento fue.
Quizá es hora de conectar lo divino con lo práctico para ser un puente abierto entre el cielo y la tierra.
Virgo es la medicina de Piscis, Piscis es la medicina de Virgo.
Una integración total del eje Virgo-Piscis donde ambos se sinergien podemos entenderla desde el servicio desinteresado, por el simple hecho de servir a la vida y no camuflado con una complacencia que necesita reconocimiento o por el simple hecho de quedar bien.
Y aquella integración del amor absoluto con su devoción por la vida y su movimiento.
El eclipse total de Luna en Virgo en cada carta
✦ Localiza el último decanato de Virgo y observa la casa o las casas que comprende. En ese área de experiencia se abre la posibilidad de des-programar una tendencia en nuestro código fuente.
✦ Localiza el último decanato de Piscis. En el área de experiencia que representa esa casa se conecta el cielo con la tierra, algo sutil toma forma y algo material se sublima.
✦ Localiza los últimos decanatos de Géminis y Sagitario, desde esos lugares se gestionan tensiones que dinamizan este momento.
✦ Localiza la casa donde se encuentra el final de Piscis y el principio de Aries, allí algo muy antiguo quiere terminar para que comience algo nuevo.
✦ Localiza la casa dónde se encuentra Plutón, allí algo está muriendo y haciendo espacio a nuevas expresiones que quieren renacer.
✦ Localiza la casa donde se encuentra Urano, desde allí vienen vendavales disruptivos de cambios.
Cada carta y persona tiene una percepción singular en cada momento, una travesía experiencial distinta para el mismo tránsito común. Hay un eco general pero cada mirada aporta una perspectiva única a esta experiencia de viajar por el tiempo.
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➝ Aquí te dejo una referencia general de la influencia de este eclipse según tu ascendente:
AC Aries (casa 6): Se re-configuran los hábitos, las formas de autocuidado y hacer las cosas.
AC Tauro (casa 5): Se re-configura la expresión creativa, la forma de divertirse y disfrutar.
AC Géminis (casa 4): Se re-configura la conexión con la familia, el pasado y la infancia.
AC Cáncer (casa 3): Se re-configura la forma de comunicación con tu entorno y maneras de compartir, entender y pensar.
AC Leo (casa 2): Se re-configura tu contacto con la materia, tus recursos y la forma de valorar.
AC Virgo (casa 1): Se re-configura la identidad y la máscara que se usa en el contacto con el mundo exterior y las vincularidades.
AC Libra Casa 12): Se re-configura el contacto con lo sutil, con lo invisible y con las memorias del alma.
AC Escorpio (casa 11): Se re-configuran identificaciones con grupos y amigos, y los proyectos colectivos.
AC Sagitario (casa 10): Se re-configura mi lugar en el mundo, las ambiciones y la forma de darse a lo socio-laboral.
AC Capricornio (casa 9): Se re-configuran los cimientos ideológicos y creencias que le dan sentido a la vida.
AC Acuario (casa 8): Se re-configuran los modos de transformarse y compartir en intimidad, la relación con las sombras y el inconsciente personal.
AC Piscis (casa7): Se re-configura la forma de reconocerse en el espejo del vínculo, el rol que uno genera por tendencia y la forma de ver los conflictos internos propios reflejados fuera.
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➝ Gráfico del impacto del eclipse de Luna en Virgo:

Aquí puedes ver todas las zonas de influencias del eclipse en el zodiaco para llevártelas a tu carta.
*Estas apreciaciones son generales y ganan mucha resolución poniendo la lupa en caso de cada carta y cada vida, y abren una perspectiva mucho más singular tanto de las experiencias que se manifiestan como de la propia auto-observación de la conciencia.
Si quieres que hagamos una sesión, abrir diálogo o debatir sobre algo de todo esto contáctame; en cualquier formato será enriquecedor compartir.

14 – 29 DE MARZO DE 2025
TÚNEL ENTRE ECLIPSES
Comienza con el eclipse total de Luna en Virgo, que ya como símbolo de luna sangrante en el cielo anuncia una menstruación reguladora del tiempo.
Un derrame con el cual se suelta un ciclo y una hibernada energética.
Una apertura que deja en evidencia una forma de gestión Virgo.

Crónicas desde el túnel
Me pesa y me aburre la idea decretada de que tengamos algo que trabajar, pues ese decreto lleva implícita la afirmación de que hay algo fallado o insuficiente.
Elijo no verlo así, pues creo que todo es perfecto tal y como es, y lo único que me parece que falla a veces ,es la mirada; una mirada pequeña y condicionada por miles de capas impresas por la familia y la cultura, y que hace a la conciencia creer que ella es la que piensa así con su propia autocrítica.
Eso si que es inocencia, y no precisamente de la mejor. Creer que uno es libre respecto a lo que piensa, y que no hay hechizos en los principios de autoridad impresos en nuestros sistemas de creencias.
A veces lo único que se necesita es un ‘darse cuenta’.
Defiendo como uno de los regalos más poderosos de la existencia la posibilidad de crear una cosmogonía propia y singular.
La oportunidad única de cada ser de ver el cosmos con unos ojos nuevos. Mas allá de todo lo que nos cuentan que es el mundo y la vida.
Entiendo la vida con un único propósito, experienciarse, para poder regalarle a Dios un poco más de resolución sobre lo que Él es.
Cada vez me reconozco más en lo que convoco y menos en lo que creo ser.
Cada vez siento más necesaria la realidad de vivir dentro de una constelación para que mi propia estrella pueda brillar.
Y cada vez le importa más a mi mirada todo aquello que parece venirme de afuera, porque viene a completarme, abriendo y expandiendo mis fronteras.
Tengo un cuerpo de trapo y todo un campo energético de manifestación que también es yo.
Al igual que mi origen y mi destino, mi padres y mis vínculos, y todos los seres que me acompañan, pues no son realmente ellos, sino lo que yo veo, las formas que la vida proyecta desde mi, y la expresión de miles de partes mías que se reflejan fuera.
Cuando me regalo la oportunidad de verme el espejo que me suponen, sólo puedo callarme y seguir observando.
Parece que todo lo que fui tampoco me pertenece, y solo quedan tatuajes que simbólicamente abren puertas de memorias. Quizá tengan muchas cosas que contarme todavía.
Pongo en duda mis creaciones, y cada vez me siento más como el lápiz que pinta un dibujo.
¿Es el lápiz el creador?
Quizá es sólo el instrumento que brilla cuando está siendo usado teniendo próposito y sentido.
Saberme lápiz me hace artesano de la vida y me recuerda que solo puedo brillar cuando estoy disponible como instrumento creador.
Siento las creaciones como hijas de la vida, y de alguna manera fuera del tiempo.
Escucho canciones que aún no han sido creadas pero que ya existen y están esperando que alguien las haga materia.
Escucho otras antiguas que parecen estar escritas para este momento.
Las creaciones son entidades que como todo en la vida quieren un lugar para ser vistas o escuchadas, códigos que enlazan tiempos, seres y dimensiones.
Cuando algo me duele hay un instinto que me hace querer darle la espalda al dolor, huir de él.
Hasta que en algún momento recuerdo que es un maestro que viene a enseñarme y que puedo convertirlo en mi aliado, sin ningún sufrimiento.
Entonces lo busco, y comparto mis momentos con él. Lo escucho y le doy su lugar. Cuando no me evado de él, siempre termina fortaleciéndome y enseñándome a valorar la salud y el estar bien como nada en mi experiencia.
𓊢
Equinoccio de Aries

El cielo y la tierra se encuentran en mi, hasta un punto en el que no pueden separarse. No puedo no ser espiritual, ni tampoco no ser puro instinto animal. Soy la riqueza policromada de la fusión del alma y el espíritu.
Siento el desgarro de mi conciencia pequeña tomando contacto con la grandeza de mi ser, el único motivo al que le debo mi devoción absoluta.
Siento como alguno de mis personajes cree estar al margen de todo lo demás, incluso tiene a veces la osadía de rendir culto a algo que cree externo. Siempre termino dándome cuenta que todo es mi mismo.
Cuando me identifico demasiado con alguno de esos personajes me quedo en una parcela demasiado pequeña para habitar lo que soy. Lo mismo me pasa con mis pensamientos.
Dios me pregunta que por qué me encierro en una maceta cuando soy todo el jardín y también el jardinero.
Me mira con asombro sin entender por qué vivo en la carencia de querer conseguir algo que ya soy. Y sonríe.
𓁿
Siento el dolor de ver lo que mucho tiempo fue invisible a pesar de estar ante mis ojos.
Siento el dolor de la densidad del cuerpo animal.
Siento la pesadez de la materia desde la dimensión etérea.
Siento la ambigüedad de lo etéreo desde los ojos de trapo.
Siento la confusión que atropella a la conciencia al saberse algo tan grande.
Siento la abrumación de tanta sobrecarga de información.
Y el reto obligatorio de hacer la magia de navegar liviano.
También siento lo fácil que es todo, difícil de lo fácil que es.
Siento la magia negra de la mirada cuando no son los ojos del corazón los que miran.
Siento la voz del alma, las voces de mis abuelas que me alientan y que terminan hechizándome si no les doy espacio.
Si no asimilo la información del alma, no despliego el espíritu, siendo una marioneta de esas memorias que vine a re-ordenar con un aparente caos.
𓁿
Me siento un activista que defiende la oscuridad, porque en ella veo la riqueza que me completa y que me hace infinito, para poder estar muchas vidas re-descubriéndome.
Siento que puedo jugar con las sombras, y que solo pueden estar cuando hay luz impactándome.
Veo como dibuja contornos, crea contrastes, y veo como la propia vida en gestación necesita de esa sombra oscura protectora que ampara antes de buscar al Sol.
Veo que una imagen es perfecta cuando tiene equilibrio de luces y sombras.
Miro a los minerales y el color de su luz que me llega. Parece que esa frecuencia de color es la única que esas conciencias no pueden absorber y la refractan afuera. Una lógica pequeña me dice que esa frecuencia que refractan no son parte de ellas. Otra lógica mayor me dice que claro que lo son, aunque la proyecten fuera.
Miro al humano en plenitud y me pasa algo parecido. Un ser ilimitado e infinito metido en un traje demasiado pequeño y con una narrativa tan elaborada que termina creyéndose ella.
Y claro, como con el mineral, toda la totalidad que se excluye de su identificación termina refractándose afuera generando la obra completa.
𓁿
Cuando me acomodo en la incertidumbre surgen nuevas posibilidades, la vida deja pesarme y me sorprende.
Cuando dejo de mirar el mundo con los ojos de la comparación es sólo cuando verdaderamente empiezo a confiar en mí.
Ante cualquier acción o pensamiento siento como se bifurcan ante mi dos caminos de posibilidades: el automatismo o la inercia, donde parece que tengo algo de control por ser un viejo camino conocido, y otro camino nuevo, nublado e incierto.
Siento profundamente como el primero no tiene salida, y el segundo se vislumbra como un precipicio desconcertante que no se donde me lleva, pero despierta en mi la certeza de ser la única posibilidad.
Desde allí puedo hacer una elección consciente.
𓁿


29 DE MARZO DE 2025
ECLIPSE PARCIAL DE SOL
8º53′ ARIES

El segundo eclipse de esta temporada y salida del túnel es un eclipse parcial de Sol en Aries, que empieza a dilucidar una nueva mirada de la conciencia, con su nuevo rumbo y cruzada.
Es un gran llamado a las conciencias encarnadas a conectar con la valentía en este tiempo incierto y desconcertante, una entrega a la vida y su misterio, al amor y la confianza, que solo luce así en un aparente caos.
Una escenificación del mito de Ulises y su odisea de traspasar neblinas llenas de interferencias y distracciones embaucadoras aferrado al corazón y a los sentidos superiores, pues los ojos de trapo solo verán ilusiones. Una prueba de fe ciega donde la baliza que guía sólo puede ser interna y divina, y está más allá de una lógica racional.
Este eclipse es la fusión entre finales y principios, el minuto uno de un parto de un mundo de caos y distopía, y que desde más arriba es un escenario entrópico completamente necesario y perfecto. La confusión delirante y el éxtasis del dolor que nos recuerda el contacto con la vida física y la expansión del crecimiento.
Somos una amalgama de memorias que nace para recrearse en una sucesión de metamorfosis y llevar la vida de la conciencia más allá.
Toda esta visión personal y subjetiva puede sonar difícil, aunque no hay nada que hacer ni trabajar de lo que no se haya encargado ya la propia vida con el entrenamiento de los últimos años, que con su agitación y movimiento solo está rompiendo un cascaron para que el ser tome conciencia de otra dimensión mayor y la habite.
Aprendamos a acompañar a la vida sin intentar controlarla.
El eclipse final de cada temporada es como una salida a una dimensión desconocida. Si en el primer eclipse entramos en un agujero de gusano de cambios y actualizaciones, el segundo, es la salida. Una salida a no se sabe dónde.
Los eventos que vivimos son los símbolos que somos y que nos marcan la trayectoria de la nueva ruta que marca el tiempo.
El eclipse de Sol en Aries es el último en este signo por años. Una última fecundación a la Luna por parte del Sol, quien la penetra con unos nuevos códigos de luz que se abrirán hueco en nuestro interior para gestarse.
Se mastica incertidumbre y desconcierto pero todo se irá acomodando a sitios y formas más acordes con el presente.
Esta impresión lumínica muestra a la conciencia caminos hacia su auto-realización, poniendo en evidencia toda esa conceptualización cultural respecto al propósito de vida, que no es más que una necesidad para el ego que lo distingua y separe. Una razón que desmarca al personaje pues el ser quizá no necesite saber un propósito.
Quiero darle voz a esta evidencia revelada.
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El propósito de la vida y el propósito del ego
El propósito de la vida más allá de lo que cada linea temporal viene a caminar es vivirse en completitud y plenitud, cosa que de cualquier manera sucede a pesar de la identificación.
Y si no nos damos cuenta puede ser precisamente por eso, por el espacio tan pequeño con el que nos identificamos.
Esto sugiere una revisión de estos conceptos, plenitud y completitud, y hago uso de los cambios de discernimiento que regalo el eclipse de luna en Virgo.
Para el ego la plenitud es tener lo que se propone, conseguir un objetivo; sin embargo para el ser es tener la capacidad de reconocerse en todo lo que habita y convoca. Reconocerse en el todo.
Son dos perspectivas muy distintas, una que une y otra que separa, y no trato de discriminar al ego, pues también es necesario y forma parte.
Cuando miro la vida desde mi ser infinito, no hay nada de fuera que deba conquistar pues ya lo soy, no hay lugar para una comparación porque todo lo de afuera solo es una visión escenificada afuera de un diálogo interno.
Y si ya lo soy todo, más que conseguir algo lo que debo hacer es habilitar el canal de existencia que es mi cuerpo para hacerlo disponible para aquello que quiero encarnar.
No encuentro realización más absoluta que ese empezar a reconocerme en todo lo que registro, a pesar de sentir la disolución a la que me enfrenta esto.
Ser y no ser simultáneamente.
Hacia una nueva auto-realización
Conectar el cielo y la tierra es dejar que el espíritu se derrame de cada alma.
Es ser un canal de existencia donde el todo se juega en una parte de forma singular.
Es solo deberse al más grande de los deberes de la existencia: poder generar una cosmogonía propia mas allá de los hechizos y creencias culturales.
Aquí me viene de nuevo la carta del Ajuste del Thoth Tarot, que me conecta con aquel viejo mito de la espada de Excálibur que solo consiguió empuñar el rey Arturo.
Según el mito, quien consiguiera sacar la espada sería dotado de grandes poderes mágicos y se convertiría en el legítimo rey.
La espada representa esa cosmogonía propia, una visión pura y genuina acerca de lo que es la vida y el cosmos. Y allí encuentro el más grande de los poderes: a través de la valentía de sostener una mirada única y abierta, aparece la soberanía personal.
Para ello la vida está destruyendo formas, partes y personajes que son obstáculos en este camino, pues podemos pensar por el primado de las creencias sistémicas que la realización es conseguir los propósitos del ego para darle su alimento, cuando la verdadera realización es ser uno con el todo.
Ser soberano y responsable de toda la creación que se da y de la que formamos parte, y mas allá de la identificación de personaje.
Soy la flor que veo florecer, el comentario que me disgusta, la persona que me trata bien y también la que me trata mal. Soy el agua que cae, el maestro que me enseña y el aprendiz al que todo le queda por aprender.
Una dimensión desconocida
Este salir a una nueva dimensión que supone acabar la temporada de eclipses necesita de mucha paciencia, pues en este nuevo mundo las variables han cambiado y la conciencia necesita de tiempo para acomodarse.
Esto me conecta con la inocencia y la pureza de quien empieza a descubrir la realidad, y con que todos somos esos niños naciendo de nuevo, a veces valientes, a veces cobardes y desconcertados.
Lo esencial y lo básico me abren la mirada a la grandeza de lo pequeño, la inconfundible belleza que se esconde en la vulnerabilidad; la ternura y el tacto de esa posibilidad blanda y frágil.
Claro que para percibirlo así de esa hermosa forma antes debo amigarme con mi pequeñez, cansar al policía interno haciéndole ver que no es alguien distinto al que tiembla. Necesito la integridad de todos mis personajes internos ante tanta desintegración.
Quizá esa desintegración es lo que posibilita mi integridad, como cuando un pueblo se une ante una causa necesaria.
Y mientras lo encarno puedo mirarme en los símbolos del cielo y los de mi entorno para encontrar pistas de un caso abierto que no se cerrará mientras viva.
Una mirada analítica a los símbolos del cielo
Los encuentros y desencuentros que siempre suceden alrededor de los eclipses forman parte ineludible de la evolución de la conciencia, y quizás parte necesaria para esa crisis de identidad que empezó en un lento proceso hace 7 años con la entrada de Quirón en Aries. Ese proceso ahora ya empieza a terminar.
Todo sigue cambiando pero estamos en un punto un poco más brusco del proceso, donde con Neptuno en Aries entramos en una nueva era espiritual, una maestría de alto grado para la conciencia donde hace falta la colaboración del alma con el espíritu.
Todo tránsito transpersonal empieza a vivirse desde las sombras, protegido de una interperie nueva, y a la escucha de esa sabiduría interna que te enseña sin palabras.
En el nuevo amanecer la conciencia de unidad gana la misma fuerza que pierde la individuación, que cada vez se percibe más como una pieza de un puzzle que en ningún caso puede revelar algo del puzzle completo.
El sabor a retrogradación de los 3 planetas personales (Mercurio, Venus y Marte) durante este último eclipse hablan de cierta disfuncionalidad de la conciencia en este nuevo plano de la realidad en el que solo hace falta paciencia, ese gran aprendizaje de Aries.
Mercurio volviendo a Piscis necesita recoger una información del océano de conciencia para aprender a pensar de nuevo.
Está tan abierto a la información de la noosfera que incluso sentirá la necesidad de evadirse o protegerse. No podrá evitar un silencio que ahora es el mayor vocero de cualquier información.
Quizá tenga tanta claridad que no pueda operar desde un plano meramente racional, y deba aprender a acomodarse en este laberinto cuántico de información que es la realidad de la vida.
Solo soltando su necesidad racional le llegarán las respuestas.
Venus sabe que le viene un nuevo y duro viaje que transformará por completo su forma de jugar el valor y la belleza, y como siempre empieza su ciclo en revisión.
Su paso por el útero cósmico quizá le revele cierta letra pequeña de una forma de amor incondicional, al igual que las memorias oceánicas y emocionales que la trajeron hasta este ahora.
¿Son tuyos tus deseos? ¿O respondes a un deseo colectivo? ¿Estás abierta y preparada para recibir aquello que deseas?
Se revelará el origen de una guerra de Venus consigo misma, que termina proyectando fuera y distorsionando la sublime cualidad de su verdad como puente y estímulo de la creación de la vida, puente entre el ser y el no ser, y portal de entrada a la dimensión material.
Marte debe ser canal de Urano, Saturno y Plutón antes de lanzar esa nueva flecha que marcará un nuevo rumbo y deseo. Va a comenzar una nueva cruzada para la que antes debe morir mientras vuelve a su líquido amniótico. Para que nazca esa nueva forma debe morir la que ya fue.
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➝ Gráfico del impacto del eclipse de Sol en Aries:

Aquí puedes ver todas las zonas de influencias del eclipse en el zodiaco para llevártelas a tu carta.
*Estas apreciaciones son generales y ganan mucha resolución poniendo la lupa en caso de cada carta y cada vida, y abren una perspectiva mucho más singular tanto de las experiencias que se manifiestan como de la propia auto-observación de la conciencia.
Si quieres que hagamos una sesión, abrir diálogo o debatir sobre algo de todo esto contáctame; en cualquier formato será enriquecedor compartir.