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Luna que nace en Capricornio y se culmina en Leo
➝ Coordenadas:
Capricornio-Aries-Leo-Escorpio-Capricornio
✦ Una forma nueva nace tras la muerte de otra
✦ Se detonan fuegos que queman, limpian y purifican
✦ Brotan nuevos códigos de luz: la verdad del corazón
✦ Se desaguan mareas que ahogaban
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Dios me susurra en el oído diciéndome que no soy nada, y ese preciso momento, es en el que más cerca estoy de Él, siéndome todo. La agonizante frustración de mi personaje siempre termina colapsando en mi esencia. La desidia de mi rendición marca el fin de una contracción que implosiona dando vida a un pulsar de mi corazón renovado, y que viene a cambiar aquello que en algún momento pensé que era incambiable.
Nunca dejé de confiar en la incertidumbre, a pesar de no tener claridad. Ahora empiezo a comprender que la materia que estaba desintegrando el tiempo, ya era obstáculo de la expresión de mi semilla divina.
Todo lo que suena fuera me pertenece, regalándome la opción de hacer alquimia a través del autoreconocimiento. La compasión me permite colorearlo de formas más amables. Y me indica el nivel de pulcritud de mi instrumento, que no siempre está lo limpio que me gustaría.
Mi fuego reta a mi tierra logrando moldear su forma con una fuerza que viene desde dentro. El latir de mi corazón va barriendo todo lo que se encuentra a su paso, sacudiendo capas antiguas que ya cumplieron su cometido.
Si expreso esos fuegos internos cuanto antes desde mi vulnerabilidad con amor y ternura se convierten en medicina que ilumina y purifica. Si lo retengo, aunque me cuente la película de que lo estoy gestionando, corro el peligro de que salga con más potencia y queme. En lo energético, ambos caminos son el mismo proceso, el fuego remodelando la tierra.
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Los casos abiertos se cierran cuando por fin me reconozco en ellos. Sólo puedo agradecer a la generosidad de la vida que me los trae con la cara de cualquier otro que constela en el exterior toda esa información que soy, abriendo puentes y posibilidades alquímicas.
Un campo de incertidumbre se está preparando para que florezcan flores que nunca antes fueron vistas, y para que se derramen esos códigos de luz guardados en la memoria del alma. Ahora sólo puedo florecer desde y en mi corazón, y para ello debo atender esa estancia.
El reconocimiento que a veces busco fuera sólo es indicador del que debo darme yo mismo, poniéndome en un lugar en el que la creatividad de la vida me traspasa, y de la que mi ego a veces pretende adueñarse aunque no le pertenece, pues es de la vida.
Si me aferro a lo que creo ser tengo las horas contadas, pero si me permito ser canal del fuego vivo de mi corazón y su expresión impredecible tengo la posibilidad de alargar mi convivencia con el tiempo, convirtiendo el hecho de nunca llegar a conocerme en un regalo en vez de en una cruzada.
Parezco estar obligado a reinventarme y a soltar la mano de una versión de mi para seguir adelante. Siento que debo permanecer completamente abierto para crear con la vida, pues sin cooperar con ella mis planes no llegan muy lejos. El camino que ella va marcando, aunque no sea el que yo pretendo, siempre es mucho más certero y beneficioso para mi.
Desde este lugar puede parecer una gestión impecable, pero para nada lo es. La impecabilidad empieza y termina en un darme cuenta para responsabilizarme de mi realidad.
La puerta del corazón se abre mostrando lo que yace dentro: el amor y el miedo, la confianza y la desconfianza, el valiente y el cobarde, el rey y el villano, el creativo y el destructivo, el generoso o el competitivo. La expresión de esa esencia se polariza según desde donde lo habitemos: la frecuencia será alta desde el amor. Desde el miedo solo puede expresarse el ego, que también es el corazón en su versión chiquita y temerosa.
La autenticidad que creemos ser puede que en parte sea cierta, pero hay otra autenticidad de lo que somos que se revela más ante nuestros ojos que detrás de ellos. Allí está el fuego que no expresamos y que se expresa afuera, la proyección de todos nuestros temores, y todo el sonido que sale de nuestro instrumento y que nos cuesta identificar como propio. Darse cuenta de la responsabilidad absoluta de lo que vemos provoca saltos de conciencia y puentes de amor.
La vida pone ante nuestros ojos esos fuegos que nos pertenecen, y también detonadores externos para que algo interno se exprese. El objetivo puede que sea morir en una forma para que comience a gobernar otra que de la que aún se sabe poco, decantar la conciencia para afinarla a la vibración del nuevo tiempo y crear espacio fértil para que sigan brotando códigos de luz que sigan purificando las memorias del alma.
La luna ahora ilumina el corazón con todo lo que subyace en él para provocar sus vómitos y que se quede limpio. La creatividad más interesante no es la que firmo con mi autoría, sino la capacidad creativa de aquel momento donde toca gestionar algo que detona.
La necesidad de querer encajar con cualquier paradigma social puede terminar convirtiéndose en veneno para la expresión singular del alma, o en su propia medicina.
Si necesito cualquier tipo de reconocimiento externo, el que no me estoy reconociendo soy yo.
Si no permito que el fuego que me pulsa se exprese, pierde su capacidad sagrada de iluminar y purificar, y se convierte en algo peligroso que quema.
Si me retuerzo pensando que algo externo a mi me puede condenar tengo una falta de amor propio. Más miedo y desconfianza con el que puedo hacer magia negra para crear aquello que temo, y encima seguir señalando afuera.
Un corazón sano es el que expresa todo lo que le pulsa con humildad e inocencia. Desde esa frecuencia solo se puede expresar un amor absoluto que disuelve y destierra cualquier enredo.
Mantra:
Me dejo disponible para que el amor de la vida me atraviese y se exprese a través de mi desde la inocencia
➝ Decantación:
¿Desde dónde me expreso?
¿De qué soy canal?
¿Al servicio de qué esta mi corazón?
¿Qué reconocimiento espero que no me doy yo mismo?
¿Qué no me permito expresar?
➝ Astroexcusas:
✦ Localiza la casa de tu carta donde está el salto de Capricornio a Acuario: Allí se depura algo con la muerte de una forma, y a su vez es combustible de algo que renace
✦ Localiza la casa de tu carta donde está el salto de Cáncer a Leo: Aquello es el corte del cordón umbilical y allí hay un desgarro emocional y un punto de fuga del fuego
✦ Localiza las casas de tu carta donde está Libra porque aquella zona se está vaciando
✦ Localiza las casas de tu carta donde está Tauro: allí llevan tiempo sacudiéndose los cimientos y actualizando el sentido de la realidad
✦ Localiza las casas de tu carta donde está Escorpio: allí está el desagüe emocional.
De corazón a corazón,
Olmo.