El baile entre Venus y el Sol va dibujando en la Tierra una flor de cinco pétalos que se completa cada 8 años. Es la conocida estrella de Venus. Cada pétalo tarda 18 meses en abrirse (83 semanas o 584 días), y su comienzo está marcado por un Venus Star Point, que es una conjunción interior Venus-Sol, dónde Venus está retrógrada. A mitad de este proceso tendremos otra conjunción Venus-Sol, esta vez exterior donde Venus está directa.

La apertura de los 5 pétalos señala en el cielo 5 puntos situados en 5 signos zodiacales que van marcando la pauta de este baile imprimiendo el colorido y el propósito de la danza. Actualmente estos puntos se sitúan en Aries, Géminis, Leo, Escorpio y Capricornio convirtiéndose en las 5 grandes escuelas desde las que Venus se abre y se rediseña. Aunque esta estrella se va moviendo en el cielo 2 grados cada 8 años.

Cada pétalo está marcado por la energía del signo en el que nace, que le propone a Venus una forma de apertura. Un lugar desde y hacia el que nos abrimos. Como una flor que debe seguir un ciclo de florecimiento ciñéndose a unas condiciones energéticas concretas, integrando aprendizajes y agotando experiencias. Esto impacta en la vida humana en los gustos, el florecimiento, la valoración y las formas vinculares.

Somos una flor que se va abriendo y derramando constantemente en el transcurso de la vida, y debe aprender a hacerlo a través de diferentes modos, adaptándose a cada tiempo para poder dar su mejor versión y regalar a la vida el néctar necesario para ese momento.