Crónicas desde el túnel entre eclipses
La flor despetalada y la flecha rota
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Todo apunta al amor, ese que empieza por uno mismo y para el que la vida colabora y trabaja.
Ese amor que a veces no se puede encarnar por armaduras y corazas que ahora se hacen visibles y pesadas.
Ese amor que se corrompe con interferencias que impiden ver el corazón desde el corazón.
Aquello que molesta es la prueba irrefutable de la toxicidad de la mirada, porque si se cambia desaparece.
No hay nada que cambiar ni dentro ni fuera, quizás los anteojos con los que se mira.
Asumir que la molestia no es contra un otro, sino con uno mismo y con la incapacidad de disfrutar de algo tal y como es.
El secreto para aprender a disfrutar la verdad de lo que es se encuentra en el lugar desde el que se mira,
En el presente no hay nada que sanar.
El túnel: vórtice de actualización
El túnel entre eclipses es el rito de paso de una dimensión del tiempo a otra, dónde los cuerpos son sometidos a una actualización vibratoria con experiencias de vaciado y finalización, para soltar unas formas y poder asimilar otras.
Son el vial de la vida para la resintonización y afinado a los códigos del momento presente.
Los cuerpos y el entorno expresan todo lo que no tiene voz.
La vida generosa sacude para aligerar y limpiar formas disfuncionales, y pone a prueba en cada ser su capacidad de gestión y asimilación.
Encuerpamiento: limpiando estancias olvidadas
El cuerpo físico y el campo energético van a contar todo lo que nos cuenten las palabras.
Aprender a disfrutar aquello que te molesta parte de una decisión: cambiar el programa interno, esa forma de computar datos que ya no va, y callar ese ruido mental que me termino creyendo y tiene un impacto directo en todos mis otros cuerpos, emocional, físico, y energético.
Todo es un juego y este momento obliga a conectar con una alta vulnerabilidad, y ver como reacciona cada uno, la magia que se hace con las palabras que utiliza para definir lo que le pasa y lo más importante la capacidad de sostenerse y traspasarse.
Todo es conmigo.
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